marzo 24, 2020

El «Nuevo» Nuevo Normal.

Son tiempos extraños y difíciles. Una prueba de coraje, de temple, de tolerancia y por qué no, supervivencia. Desde la última publicación todo ha cambiado, claramente ha sido así para un planeta completo, pero el potencial de que el cambio sea radicalmente positivo está en nosotros.

Me siento profundamente afortunado de poder aislarme y seguir siendo “parte de la solución”, no sólo por el hecho de que este distanciamiento social ayuda a aplanar la curva de nuevos afectados, sino porque estoy en mi lugar… ahora nuestro lugar. Creo que el regalo más increíble que tengo cada día es la oportunidad de pasarlo con la persona que, a la vez, ha pasado por no pocos ni menos increíbles cambios, para poder estar aquí. Ponerse en el lugar del otro ya no es una interrogante, sino una base, sobretodo en estas inesperadas e inusuales circunstancias.

No es una prueba solo para mi, no es posible ver este fenómeno microscópico y a su vez colosal desde un solo punto de vista dentro de este apartamento. Hay formas de lidiar con la inminente desesperación de sentirse atrapado en tu propio iglú cuando la amenaza es externa.

La empatía, el amor propio, la importante paciencia que ya he entrenado toda mi vida, y de alguna forma la esperanza en que esto va a convertirse en un recuerdo del que vamos a aprender y mejorar en tantos ámbitos, son las luces que me tienen en mayor parte tranquilo. Confío en que de esto vamos a salir triunfantes, lamentando las pérdidas y abrazando los cambios que vienen en el futuro.

Tiempo es todo lo que necesitamos, tiempo para ajustarnos al nuevo nuevo “normal”, tiempo para entender, para reemplazar malos hábitos, para reconocer errores superficiales y los profundos. Lejos de ser vacaciones, puedes hacer que sea así para darte un respiro mental. Está bien no querer hacer nada un día, pasar la tarde mirando el techo, en un balcón o un patio. Un respiro de interacción, incluso de tus más cercanos, porque de seguro es algo que también necesitan.

Cuando el «nuevo» nuevo normal llegue, porque de seguro saldremos con otro espíritu de esto, podremos abrazarnos y retomar los planes. Descansados, livianos, con energía. La resiliencia nos llevará a planos quizás no superiores, pero si más preparados para algo mejor.

No caer, no desesperar, no suponer, no desconfiar, no recaer si ya caíste. Todo va a estar bien al final, y si no lo está, no es el final.

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