mayo 2, 2020

Migajas de Una Mentira

El pasado llamando desde la distancia y la seguridad de que la cercanía era la solución. La ilusión de realidad a través de dos pantallas, mis fuerzas vertidas en transformarlo en tangible. Una invitación aceptada y las ganas de entregar y recibir. La respuesta que se construía en perfecta sincronía con la pregunta y la materialización de un miedo camuflado en un espejismo.

Mientras mi mente creaba un presente facilitando lo que vendría en camino, una disposición que pocas veces pensé posible, un cambio interno y externo se presentó en tantos sentidos que por momentos me desconocí. Una vista previa de lo que podría ser si todo lo que me trajo a este punto hubiese sido sincero. Fui sincero, pero no puedes construir una verdad sobre la base de la incertidumbre.

La ausencia del conocimiento sobre sí mismo le dejó llevar por los mismos vientos que le verían caer donde sea que dejasen de soplar. Por mucho que las intensiones nunca hayan sido las de generar dolor, aquí estoy con una fractura que no me pertenece. Una nueva cicatriz que se forma a partir de una herida que no tiene un accidente previo sino uno del que nunca fui partícipe. El ignorar señales que debí tomar en cuenta en su momento, dejando que primen las ganas de ambos salir de lo que sea que nos haya estado deteniendo en ese momento.

La ausencia de reconocer una sinceridad que pedía desesperadamente ser escuchada. Hoy ya va la misma cantidad de días con este dolor, que la cantidad de días en que esto pareció todo lo bueno que se sintió en un principio. La evolución de un luto ante una muerte que veo todos los días. El temple y el manejo de una situación que no está en su lugar. Todo por seguir en mi corazón un camino que prometía verdades que pudieron ser tomadas en cuenta antes de caer en el ahora.

Aún así el camino fue recorrido, y las consecuencias vividas. Nada me detiene de ser quien soy, y hasta el final de esta historia quebrada por no escuchar nuestros interiores, no puedo hacer sino lo mejor posible para los que estamos hasta el último día, donde podré por fin liberar mis sentimientos desplazados e ignorados, dar un segundo último adiós, recoger las migajas de una mentira y comenzar de nuevo.

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