Tuvo que pasar un tiempo prudente, incluso cuando nada de este tiempo de claustro lo he considerado como tal. Como solo veces contadas con una de mis manos lo he realizado, me di la oportunidad de guiar mi intuición, pero no sólo como una voz que me habla desde el fondo. Esta vez decidí escuchar y amplificar. Decidí clavar mi mirada que busca en una mirada que huye. La energía que entrego se abre espacios suficientes para recibir la energía que mi ceguera impedía discernir. Hacer esto agota, pero es necesario bajar los escudos.
Sabía que iba a descubrir cosas que no quería saber, que antes sólo eran un eco de mis intuiciones superficiales, sin embargo en una situación tan particular, donde la escapada física aun no es posible, un punto de fuga sincero y libre de anestesia es absolutamente necesario. No me puedo permitir menos cuando lo que entregué desde el comienzo no fue menos que todo lo que soy, y me costó tiempo aceptar que mi parte es simplemente una mitad del todo. Pequé de ceguera y sordera selectiva.
Una mañana de fin de semana que no pude dormir y en la que comenzaron sueños recurrentes que me siguen hasta hoy. Luego de abatir mis sentimientos dada las noticias recientes de que lo que fue un proyecto ya no seguiría adelante, la mañana comenzó con mi intuición en alerta. Fue como ver, leer, y sentir de todas las formas todas las señales correctas, pero nebulosas, y la única manera de despejar la incertidumbre era conectarme de una forma especial con las respuestas. Alertas que vienen de antes, y alertas que estaban siendo emitidas en ese mismo instante.
El precio de saber sin tapujos la realidad, cruda o no, es expresarla en su momento y aceptarla. Un viaje por los ojos que a pesar de estar a centímetros de los míos, son un portal eterno a una distancia desoladoramente desigual, para mi al menos. No soy capaz de reproducir las palabras que salieron de mi interior a través del suyo aquí, no solo porque no corresponde, sino porque gran parte de mi las considera como agujas que saben dónde clavar si insisto con que lo que ahora sé puede ser revertido.
Nada de esto disminuye una de mis esencias como ser, que es el positivismo y saber que al final todo estará bien. Incluida las veces en que soy mas obtsinado de lo que debería, y creer que esto puede ser solucionado en el tiempo que queda de este corto sueño. Tengo plena conciencia de que el aceptar es la forma correcta de avanzar. Tengo plena conciencia de que aceptar es la única opción porque no depende de mi, nunca lo ha sido. Y estoy obviando u ocultando intuiciones que siempre he tenido de que esto no solo afirma de la historia que se me ha dado a conocer a modo de explicación, sino que hay un factor que se me ocultó, y de alguna forma aun se hace. Y no puedo negar la claridad de esta intuición. Si se me ha ocultado por proteger mis sentimientos, si se me fuese explicado, puedo entenderlo, pero en circunstancias como la de ésta travesía, no puedo aceptar nada menos que la verdad.
Es un factor contra el que no puedo luchar, porque es mucho mas grande de lo que yo puedo poner en una balanza, si esta siquiera existiera. Por fin puedo entender la expresión de una mirada que comenzó a alejarse de la mia. Es una mirada que yo tuve por mucho tiempo cuando no lograba entender el porqué no aproveché el tiempo que existió y el que no con otra persona que por gran parte de mi vida reciente era un pilar fundamental. En cambio, ésta tenía más daño e incertidumbre, que yo no puedo ayudar a sanar y aclarar a menos que se me lo permita. ¿Estoy dispuesto? Siempre…
Pronto más.